No siempre tenemos en cuenta que los alimentos que consumimos no pueden colocarse en cualquier clase de superficie porque, de hacerlo, nos exponemos a riesgos de contaminarlos y de transmitir enfermedades a corto plazo. En Fetasa nos especializamos en recubrir y mantener superficies en las que se depositarán comidas y bebidas para el consumo humano.
La Semicarbazida: Es un contaminante que puede estar presente en alimentos como resultado de utilizar material plástico en ellos, que poco a poco se va desprendiendo y migrando a la comida.
El bisfenol A: Está asociado a su potencial de interactuar con el sistema hormonal que podría afectar a la fertilidad y la reproducción.
La 4-metilbenzofenona a largo plazo el consumo de alimento contaminado comporta riesgo a la salud para la mayoría de personas.
En distintas fases los alimentos entran en contacto con los materiales que pueden contaminarlos: durante la fase de producción, por la maquinaria, el equipamiento, las instalaciones; durante la fase de preparación: en los utensilios, en los artículos para su elaboración y en la fase de almacenamiento en los contenedores y depósitos.
Estos materiales pueden transferirse al alimento, alterar su composición y sus características organolépticas. Por esa razón los depósitos deben recubrirse con materiales aptos para uso alimentario, que en condiciones normales y unos cuidados básicos no transfieren sus componentes a los alimentos.
Los derivados epoxídicos están regulados por el Reglamento (CE) 1895/2005 de la Unión Europea en materiales y objetos destinados a entrar en contacto con productos alimenticios.
En Fetasa utilizamos materiales lo suficientemente inertes para que cualquier material destinado a entrar en contacto con alimentos evite transferir sus sustancias para poner en peligro la salud humana.
Esto nos permite fabricar revestimientos para depósitos de vino, de aceites y de salmuera y en aljibes para el agua potable y demás materiales y objetos destinados a entrar en contacto con productos alimenticios.