Los revestimientos epoxi son materiales fantásticos que permiten crear grandes superficies totalmente continuas. Esto significa que no existe la necesidad de proyectar juntas en ellas. Este tipo de pavimentos constituyen una protección superficial ideal para múltiples campos de aplicación, como locales comerciales, parking o áreas industriales.
Los pavimentos de resina epoxi aportan grandes ventajas y mejoras frente a un soporte de base de cemento tradicional. Incrementan en gran medida sus prestaciones mecánicas, químicas y estéticas ante un diverso abanico de solicitaciones a las que pueden estar expuestos.
Pero como profesionales en este campo, en Fetasa sabemos que lamentablemente este suelo en ocasiones puede fallar. Por ello hoy os dejamos algunos motivos de estos fallos.
Antes de aplicar la capa de imprimación es necesario realizar los sistemas de preparación de la superficie adecuados para conseguir una alta penetración del puente de unión. Así obtendremos un buen anclaje capaz de fijar el nuevo pavimento con el suelo existente.
Los sistemas epoxi en base solvente no se unen correctamente a soportes húmedos o mojados. Es importante asegurarse que la superficie esté completamente seca y que no haya humedad ascendente o residual del propio soporte.
Justo después de realizar la preparación del sustrato siempre debe aplicarse la imprimación adecuada. Es muy importante respetar su tiempo de secado siempre para asegurar una correcta vinculación con el sistema epoxi.
Es básico asegurarse de que la superficie es compatible con pavimentos epoxi, tanto desde el punto de vista de la adhesión como de la resistencia a la tracción.
Aunque actualmente existen materiales que permiten acelerar los tiempos de secado, lo habitual es que por necesidades de la propia instalación su puesta en servicio no pueda ser demorada más de un día o dos a lo sumo una vez terminado el pavimento.