En muchas ocasiones podemos ver como los suelos de cemento de nuestra casa o edificio que están sin revestir acumulan polvo con facilidad. Habituales en garajes, patios interiores y trasteros, la naturaleza porosa de su acabado dificulta la limpieza y la eliminación de manchas de grasa y otros residuos que se acumulan con el tiempo. Una solución más económica para atajar el problema y renovar su aspecto es pintarlos. Se puede elegir entre los productos clásicos específicos para suelos u otro tipo de resinas, como las epoxi y de poliuretano, con una mayor resistencia al paso del tiempo.
Tipos de pintura:
Cuando se quiere pintar una superficie, siempre hay que buscar la pintura más adecuada para ésta. Las pinturas diseñadas específicamente para suelos son adecuadas para áreas con un tráfico ligero a moderado, como desvanes, sótanos y trasteros. Estos productos ofrecen una amplia gama de opciones estéticas, ya que están disponibles en una amplia variedad de colores. Sin embargo, su resistencia y durabilidad a lo largo del tiempo son moderadas.
Por otro lado, las pinturas epoxi y las de poliuretano destacan en el otro extremo del espectro en términos de resistencia y durabilidad. Su gama de tonos es más reducida, puesto que la coloración de las resinas es complicada. Su resistencia a los choques, la abrasión y las manchas las convierten en un producto indicado para pintar el suelo de garajes, patios exteriores e, incluso, superficies destinadas a uso industrial.