Las pinturas de tipo epoxi, y en ocasiones también las de poliuretano, se comercializan en dos envases superpuestos:
Ambos se deben mezclar antes de aplicar, ya que no funcionan por separado. Para ello, hay que pinchar el fondo del primer envase y el endurecedor se verterá en la resina. La mezcla de los dos componentes tiene una vida limitada, ya que endurece pronto y se vuelve inservible. Se estima que las resinas epoxi tardan cuatro horas en solidificarse. Una vez transcurrido este tiempo, hay que desechar la mezcla.
Esta gama de pinturas seca por reacción química. En el caso de las epoxi, después de aplicarse se forma una película impermeable que tiene una gran adherencia sobre la mayoría de soportes. Las de poliuretano se solidifican cuando entran en contacto con la humedad atmosférica, un proceso que se conoce como polimerización. La capa de pintura que se obtiene es elástica, se adapta a las irregularidades de la superficie.
En ambos casos, se recomienda aplicar dos manos con un rodillo de lana. Entre una y otra deben pasar 24 horas. Después de la segunda, es preferible no usar la superficie en unos días para que la pintura se adhiera y solidifique por completo.