25th septiembre, 2017
Elegir el tipo de suelo para nuestra casa o emplazamiento no siempre es una tarea sencilla y mucho menos entretenida. En este aspecto debemos entender que se trata de una decisión que va mas allá de lo puramente estético y que se adentra en el campo técnico que solo dominan los expertos.
La clave es encontrar el suelo que más se adecue a las condiciones del emplazamiento, ya que eso condicionará el futuro de dichas estructuras. Centrándonos en este aspecto, hablaremos de los distintos suelos más utilizados en exteriores.
En este aspecto hay muchos factores extra para tener en cuenta al tratarse de un tipo de suelo que debe resistir bien tanto las altas como las bajas temperaturas además de otras inclemencias meteorológicas. Aunque los aspectos técnicos sean fundamentales, también se debe tener en cuenta una opción que visualmente nos agrade.
La cerámica es una de las opciones más utilizadas debido a sus muchas ventajas. Su mantenimiento es fácil, así como su limpieza, la cerámica es resistente a los cambios de temperatura, lo que lo hace más ideal todavía.
La madera es otra de las opciones que más se utiliza en exteriores ya que es muy estética y confortable. Requiere, eso si, de un mantenimiento más continuado y más si se trata de madera natural.
No podemos olvidarnos de la piedra natural, material respetuoso con el medio ambiente de fácil mantenimiento y gran durabilidad, lo que la hace todavía más atractiva además de que al ser un material natural cada piedra es exclusiva y única.
Finalmente, tenemos el hormigón, el cual da un toque moderno al pavimento y es fácil de instalar. Hablamos de un material resistente a todo tipo de grasas y detergentes, es fácil de limpiar y su mantenimiento resulta muy económico. Estamos acostumbrados a verlo en gris, pero hay una amplia gama de colores con la que podemos jugar.
