17th febrero, 2020
Mucha gente cree que la mejor y mas sencilla manera de recuperar una fachada es pintándola, no obstante, están muy equivocados, esto provocaría la perdida del encanto natural de la fachada. Por ello, existen otras técnicas muy modernas que ofrecen resultados más precisos y profesionales:
- Limpieza química: Esta técnica consiste en cubrir la fachada con un producto disolvente usando un pulverizador. Si la fachada de tu edificio es de piedra esmaltada, lo más adecuado es usar productos alcalino, mientras que si es de ladrillo lo mejor es un producto ácido.
- Microchorreado: Es una técnica que se basa en el uso de un chorro de arena a baja presión, lo mas interesante de este método es que no crea residuo. Dependiendo del tipo de la superficie que se esté trabajando (piedra, madera, etc.) y material, se regula la presión del chorro; el tipo de microchorreado puede ser en húmedo, en seco o con aspiración.
- Hidrofugación: Es una técnica que permite retrasar la suciedad por contaminación a través de una capa hidrófuga, para que la contaminación no penetre en la piedra. Es importante elegir el producto adecuado para este tratamiento: el repelente al agua debe ser adaptado al sustrato, sino será ineficaz y no conseguiremos nada.
- Consolidación: Esta técnica se aplica hasta saturar la superficie, permitiendo evitar la descomposición de la piedra y consiguiendo el endurecimiento de superficies debido al desgarro por el paso del tiempo. Se trata de productos compuestos con silicio. Una vez absorbido, cristaliza en el interior del material de construcción para conseguir una dureza y resistencia óptimas.
En conclusión, es aconsejable recurrir a una reparación de fachadas cuando veamos que nuestro edificio empieza a desgastarse ya sea por el paso del tiempo, las condiciones climatologías o la contaminación, ya que conseguiremos con una restauración que mantenga su encanto en todo momento.