Tal y como os contamos la semana pasada, uno de los sectores más importantes en los que se deben tener en cuenta los revestimientos con formulaciones de resinas sintéticas es el alimentario.
Así, uno de los depósitos en los que se suelen usar este tipo de revestimientos es en los aljibes.
¿Quieres seguir conociendo su historia? Pues toma nota de todo lo que te contamos hoy en esta nueva entrada del blog de Fetasa.
Es importante tener en cuenta que el aljibe debe recibir un determinado mantenimiento para garantizar la calidad del agua y para proteger la estructura. Hay que proceder a la desinfección y la eliminación de los sedimentos con una cierta frecuencia.
Para evitar la transmisión de enfermedad a causa del consumo de agua sucia, ya sea para beberla o con otros fines, es necesario vaciar, limpiar y desinfectar el aljibe por lo menos una vez al año. Existe una normativa específica para regular el mantenimiento de los aljibes, por lo cual no se trata de una opción, sino de una obligación.
Si bien en una casa particular es posible saltarse la limpieza del aljibe, o bien no llevarla a cabo con la frecuencia expuesta en el párrafo anterior, en comunidades de vecinos la situación es muy diferente, especialmente si no hay otra fuente de agua potable. Uno de los problemas más comunes es la acumulación de agua durante demasiado tiempo, algo que puede repercutir negativamente en su calidad.
Entre los productos necesarios para la limpieza de un aljibe se encuentra el desinfectante, ideal para eliminar por completo los hongos y las bacterias. En el fondo del pozo suelen acumularse restos de arena, cobre, piedra, plomo y otras partículas sólidas que vienen desde la red.
En España, para citar un ejemplo concreto, la normativa sugiere que los aljibes y depósitos de agua se vacíen por completo una vez por año y que se lleven a cabo las siguientes tareas:
Para proteger el agua del aljibe de la contaminación es fundamental que: el terreno en sobre el cual se discurre no presente ningún contaminante; los caños se limpien con cierta frecuencia; exista un sistema que drene y decante el agua antes de ingresar al aljibe, para evitar que la acompañen partículas de tamaño considerable; asegurarse de que la luz solar no llegue al interior del depósito, para que no crezcan algas allí; extraer el agua por medio de bombeo.