La importancia de recuperar obras arquitectónicas no es algo nuevo ya en la Antigua Grecia se consideraba que la arquitectura era el arte de diseñar y construir edificaciones y cualquier construcción transmitía una historia, un significado, una belleza.
Si hablamos del enfoque artístico de la arquitectura, es cierto que tenemos que remontarnos a cientos de años atrás. Pero los arquitectos no comenzaron a preocuparse por la restauración monumental y el mantenimiento de los edificios hasta el siglo XIX. Fue en este siglo cuando en las escuelas de arquitectura comenzaron a aparecer los estudios relacionados con las primeras técnicas que se encargarían de restaurar monumentos. A ello, se unieron las políticas de tutelas y conservación que se comenzaron a organizar desde la administración pública.
A través de los Ministerios de Gracia y Justicia y de Fomento y de Educación y Cultura se impulsó la actividad pública de tutela y restauración del patrimonio histórico español. La llegada a Europa de uno de los firmantes de la Carta de Venecia de 1964, Víctor Pimentel Gurmendi, marcó un antes y un después en la disciplina de la restauración monumental. Es este momento cuando la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería comienza a hacer hincapié en la importancia de transmitir la cultura y la historia a través de los edificios y monumentos que podemos encontrar en nuestras ciudades.
Los arquitectos comienzan a especializarse en esta disciplina, jóvenes arquitectos que están comenzando en sus carreras y arquitectos con experiencia que ven en los trabajos de restauración y conservación la base para conocer, para traer hasta nuestros días la cultura e historia de cualquier tiempo pasado.
Con la creación de Instituto Nacional de Cultura (INI) se termina de burocratizar esta actividad que sentó sus bases en las clases de las universidades del país, que se basaba hasta el momento en el diálogo y que poco a poco se fue convirtiendo en un ente regulador para las diferentes versiones, conceptos e ideas que se te