En materia de revestimiento y restauración, el acero es uno de los materiales con los que en Fetasa solemos trabajar. Hoy, en el blog, vamos a analizar sus usos y propiedades, dividiendo este eje temático en dos artículos, uno de los cuales publicaremos la semana que viene.
Podríamos empezar con su definición; el acero es una aleación (un combinado de metales) que está formado por hierro, carbono y en, menor medida, por otros metales. En la construcción, lo hemos visto en múltiples formas según sea su uso y finalidad.
Por tanto, existen varios tipos de aceros. Por un lado, tenemos el acero al carbono, también llamado acero de construcción. Este recoge casi el 90% de la producción de acero mundial. Buena parte de la maquinaria que vemos en la industria, las carrocerías de los coches y las estructuras de obra están fabricadas con él.
Luego encontramos los aceros aleados, que son una variedad mucho más específica que busca mejorar sus propiedades mecánicas. Tiene usos muy concretos y de alto nivel de exigencia. Por ejemplo vehículos espaciales, motores de última generación o artilugios de la industria nuclear. En general, son aceros más sofisticados que buscan mejorar su resistencia, dureza y templabilidad.
La próxima semana seguiremos con este monográfico sobre el acero que nos ayudará a tener una visión global sobre las posibilidades que brinda este material.