La resina epoxi es un adhesivo permanente que al endurecerse es difícil de quitar. Para poder quitarlo, una de las opciones más comunes es volver a convertirlo en estado líquido o aunque sea, en algo similar al gel para poder rasparlo. Es un proceso relativamente fácil, si se toman las precauciones de seguridad necesarias.
En el post de hoy te explicaremos este método para quitar la resina epoxi:
Al calentar la resina, se producen vapores que pueden dañar tus ojos y piel. Por ello, es necesario utilizar gafas de protección, que aseguren tus ojos al completo, y guantes de caucho, que tengan un largo mínimo de 8 cm desde la muñeca hasta el final.
Escoge una camiseta de manga larga y un pantalón ceñido. Esto evitará que tu piel reaccione ante el vapor, que surja del calentamiento del la resina epoxi.
Hay que conseguir que la temperatura del poliepóxido aumente a más de 94 °C. Para conseguirlo, es importante apuntar con la pistola térmica la zona en tiempos cortos, ten en cuenta que si se encuentra en una superficie de madera o plástica, vigila que la superficie no se queme.
Trabaja con áreas de 5-8 cm de longitud. Al terminar con una parte, continúa con la que se encuentra más próxima de la primera, ya que es más sencillo rasparlo.
Utiliza una espátula, o cualquier objeto afilado, para raspar el poliepóxido de la superficie. Si notas que el calor no penetró en todas las capas, debes continuar calentado el segmento cuando se enfríe.