19th marzo, 2018
Otro de esos pavimentos que han estado presentes en las últimas décadas a nivel particular e industrial es el hormigón impreso, pero es en estos últimos años en los que está ganando mayor peso en detrimento de pavimentos tradicionales gracias a la permanente mejora de su técnica.
Su uso se está extendiendo a una gran velocidad y se ha generalizado por toda Europa.
Los pavimentos de hormigón impreso se utilizan de forma similar en el interior como en el exterior, aunque bien es cierto que predomina su uso en exteriores como por ejemplo en zonas urbanas, accesos a garajes y viviendas, piscinas, jardines, centros comerciales, etc.
Con motivo de la amplia gama de texturas, diseños, moldes y colores, el resultado del pavimento no solo tiene una alta resistencia, sino que además conserva una alta calidad y belleza. Además, se debe destacar su prácticamente nulo mantenimiento, su larga vida útil, así como la impermeabilidad a aceites y grasas, siendo resistente también al desgaste y los cambios de temperatura que pueden suponer por ejemplo los contrastes entre hielo y deshielo.
Su aplicación en zonas de circulación peatonales cercanas, por ejemplo, a piscinas son inmejorables debido a que es un material antideslizante.
El pavimento de hormigón impreso consta de un material hecho a base de pigmentos y cementos de gran calidad, por ello preparar el terreno también es importante.
Por ejemplo, la superficie de apoyo debe tener una composición de calidad y estar correctamente nivelada ya que condicionará la durabilidad y el comportamiento siendo necesario un grado de humedad adecuado.
Otros requisitos obligatorios son: No modificarse a la intemperie gozando de una estabilidad concreta, proporcionar al hormigón una coloración uniforme, su compatibilidad con la cal y que no se descomponga al fraguar el cemento.
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