La rehabilitación de edificios para mejorar el aislamiento térmico se ha consolidado dentro del sector de la contrucción. Sin duda, el aislamiento térmico de fachadas supone un gran ahorro en consumo eléctrico y favorece la reducción de emisiones de C02.
Lo mejor para mejorar la eficiencia energética de un edificio es rehabilitar la fachada, ya que es la única manera de conseguir el aislamiento de la misma. Si tenemos una fachada bien aislada nos supondrá un ahorro de hasta un 50% de la energía que consumimos con los sistemas de climatización, ya sea la calefacción o el aire acondicionado.
Existen estudios que afirman que gracias al aislamiento térmico de fachadas los consumos en calefacción se reducen en hasta un 70%, por lo tanto la inversión en la reforma se amortizará año tras año. Además, a la hora de revalorizar el piso es muy positivo ya que se mejorarán las condiciones de habitabilidad del inmueble y se dispondrá de la certificación más alta en cuanto al Certificado Energético de Edificios.
La rehabilitación de la fachada supone una gran obra, por lo que es importante saber cómo realizar este proceso y qué tipo de aislamiento es el más adecuado para cada edificio.
En primer lugar, es importante evitar los puentes térmicos. Se trata de zonas por donde el calor se transmite mucho más fácilmente debido a interrupciones en la capa aislantes. Debido a estos puntos se produce una pérdida energética que provoca la aparición de puntos fríos en las paredes interiores, y por lo tanto se formen humedades por la condensación.
En segundo lugar, se debe hacer un diagnóstico correcto para saber por dónde se pierde la energía. Para realizarlo, se obtienen imágenes termográficas que registran la intensidad de la radiación y encuentran donde se encuentran localizados los puentes térmicos.
Si tienes problemas de aislamiento en tu fachada, no dudes en contactar con nosotros y solicitarnos información. ¡Te esperamos!
