A pesar de la concreta especialización que mantenemos con la resina epoxi, su aplicación abarca numerosas actividades en las que tenemos experiencia.
Una de ella es la de los revestimientos alimenticios de resina epoxi de las que ya hemos hablado en otros momentos con respecto a los que se hacen para los almacenes de salmueras para salazones, para los aljibes de agua potable o para los depósitos de vino. Hoy queremos ahondar en otro tipo, los revestimientos de depósitos epoxi de aceites.
Cuando hablamos del aceite lo hacemos de uno de los productos básicos de la dieta alimenticia española. Es protagonista de la dieta mediterránea y parte indispensable del día a día de gran parte de los españoles, así como de la cocina.
Cabe recordar en este momento que el aceite no existe solo con fines alimenticios. Está presente en combustibles procedentes del petróleo u otras sustancias químicas y que tienen como fin generar energía.
Encontramos también los aceites corporales, enfocados a la hidratación y mantenimiento de nuestro cuerpo bien sea en su forma natural o en crema.
Como otros tantos productos alimenticios, los aceites comestibles son almacenados en grandes depósitos, siendo ese el momento en el que FETASA entra en juego con su trabajo. Un depósito que se encuentre en contacto directo con alimentos, los cuales posteriormente van a ser ingeridos, debe cumplir una serie de requisitos.
En el caso del aceite, los depósitos deben ser opacos. En otro caso, han de almacenarse en la oscuridad, así como limpiarse de forma regular y rellenarse únicamente cuando estén completamente secos. No deben dejar pasar ni el aire ni la luz y tampoco deben transferir sabores ni olores.
Los revestimientos alimenticios contribuyen a conservar la comida durante más tiempo. También mantienen la calidad y las propiedades de las materias primas destinadas a la ingesta humana.